Es muy importante experimentar en la vida educativa diferentes roles, diversos sentimientos y emociones varias, de vivenciar la pérdida, la conquista, la admiración, la compasión, la empatía, el dar y el recibir, el estirar, el aflojar, el ganar y perder, el sostener, el retener, la fuerza, la debilidad, la tensión, la relajación…

Los niños van construyendo su identidad a partir de sus interacciones y relaciones con ellos mismos, con los otros y el mundo que les rodea, y a partir de sus exploraciones irán recolocándose ante la vida, irán eligiendo su lugar, su posición, su implicación ante cada situación.

No etiquetemos ni encasillemos a los más pequeños; están » jugando a ser», necesitan vivenciar y sentirse en diferentes maneras frente al mundo, es preciso que puedan ir y venir, no miremos diferentes unas acciones u otras, no las evaluemos antes que ellos.

 

Confiar en la infancia, acompañarles desde la aceptación es permitirles ser.

                  Laura Pueyo Pardo