A todos los padres y madres que tuvieron un nacimiento de su hijo/a sin vida, somos Miguel y Laura, nuestra hija Iris no llegó a vivir extra-útero. Entre todas las vivencias inimaginables que han conllevado la experiencia de despedirnos de nuestra pequeña cuando esperábamos iniciar un nuevo camino de vida con ella tras la gestación, una no menos ni más difícil que otras fue el paso por el registro.
El momento imaginado como simple y sin gran importancia, que habíamos imaginado con mi marido acercándose al registro con el libro de familia, mientras yo esperaba en casa con nuestra hija, se convirtió en varios viajes al registro civil, juntos, ambos en pleno proceso de duelo, con el corazón reubicándose y con miles de papeles que no hablaban de vida, sino de muerte.
Por un lado, necesitábamos el certificado como que nuestra hija estaba registrada para recibir la baja maternal, que no paternal, pues sigue sin contemplarse el duelo del padre. Por otro, deseábamos reconocer a nuestra primera hija en nuestro libro de familia y darle su sitio, de cara a continuar nuestro camino como familia en el futuro, cada uno en su lugar dentro del sistema familiar.
Toda petición era un “NO”, toda respuesta se apoyaba en un, “la ley dice…”, o “no se considera persona quien no vive 24h fuera del útero”, etc. Cómo el dolor solo hacía más que aumentar y nuestra energía se veía disminuida, decidimos aceptar un certificado que dejaba registrada a nuestra hija en un libro llamado de “Legajos”, y que decía era feto hembra de…y el nombre de la madre, el padre ni figuraba de nuevo. Con él podía solicitar en el Inss un tiempito de duelo para recuperarme algo del sufrimiento.
Entre el dolor, iba encontrando el amor que me llevaba a seguir, a investigar, a informarme…a activarme en dirección hacia dignificar a nuestra hija y reconocer nuestra familia en la vida. Entre tanto, encontré, el BOE-A-2011-12628, en el cual aparecen las últimas mejoras en la ley del registro al respecto. Concretamente dice, que desde el 2013, cualquier bebé nacido con vida que fallece a los pocos minutos, u hora, aunque no sobreviva 24h extra-útero, puede ser registrado en el libro de familia. Y además, que los bebés, que fallecen intra-útero, a partir de los 180 días de gestación, pueden ser registrados en el libro “Legajos de abortos”, CON SU NOMBRE, y que incluso algunos padres habían conseguido registrar a sus hijos con los apellidos también.
Así que el 29 de noviembre, tras coger algo más de energía, Miguel y yo volvimos al registro, esta vez con el BOE en mano, para solicitar la inscripción de nuestra hija, con su nombre y como hija de ambos, en el registro. Esta vez no nos servía “es que la ley dice…”
Un amable señor, llamado Manolo, nos escuchó, nos atendió adecuadamente y redacto nuestra solicitud, que fue enviada a un juez para aprobar o no.
El viernes 13 de noviembre de 2015, tres meses después de que falleciera nuestra hija, lográbamos irnos a casa con nuestro certificado, con el sello del registro, en el cual, aunque sin apellidos, Iris era reconocida y registrada con su nombre, ahora no solo nosotros sabemos y sentimos emocionalmente que somos familia y que Iris siempre será nuestra primera hija, sino que también social y legalmente es y somos reconocidos, como hija y familia respectivamente.
Por ello, cualquier familia que desee inscribir en el registro a sus hijos nacidos sin vida, puede hacerlo. Recurrir, antes de acudir, al BOE, ahora podemos reconocer a nuestros bebés, aquellos que aunque nos dejaron pronto en cuanto a tiempo, dejaron una huella y un color especial en nuestras vidas.
Seguiremos, a continuación dando un pasito más, vamos a celebrar nuestro reconocimiento, a cerrar puertas para abrir otras nuevas, y después continuar solicitando la inscripción dentro del libro de familia. Y además, ahora que se comienza a probar con el registro de los bebés en los hospitales, facilitar a los padres que tenemos vivencias de muerte cuando esperábamos vida, el proceso de duelo, intentando que se registren también desde el hospital, evitando malos ratos y viajes innecesarios que desgastan, aunque más adelante deban pasar por el registro civil personalmente, pero quizá cuando se encuentren algo mejor.
Gracias hija por acompañarnos y darnos fuerza desde algún lugar, Laura Pueyo y Miguel Santiso