Es en la primera Infancia cuando el niño estructura, en relación a su cuerpo y a los demás, la base de su personalidad.
Ante la ausencia del lenguaje verbal, las relaciones que establece son especialmente relaciones corporales y motrices: contactos, gestos, mímicas, actitudes, miradas, sonidos…
A nivel de movimiento, es en este momento de la vida cuando más cambios y más rápido suceden en su cuerpo.
Pero el cuerpo no es solamente eso, es también el lugar de toda la sensibilidad, la afectividad, la emoción, la relación con uno mismo y con el otro; lugar de placer, de deseo, de frustración y de angustia.
También lugar de recuerdo, de todas las emociones positivas y negativas, vividas por el niño en su relación con los otros.
La Psicomotricidad Relacional entiende que es la relación lo que vincula la construcción de la identidad humana, en los aspectos psico-afectivos, emocionales y físicos.
Este proceso se construye en un lenguaje TÓNICO-CORPORAL, donde toda la comunicación se establece en el cuerpo y en relación a otro cuerpo, desde el código natural y propio de los niños: la actividad y el juego espontáneo.
Para, Lapierre, algunos de los objetivos de la psicomotricidad relacional son:
Prevenir, permitir y favorecer el desarrollo óptimo de la personalidad.
Permitir la expresión de sentimientos y actitudes (agresividad, miedos, envidia, celos, culpabilidad, seguridad, alegría-tristeza, dolor, pena) para dominarlos mejor, lo que tendrá como efecto una mejor adaptación a la realidad.
A partir del juego simbólico, la Psicomotricidad Relacional va a permitir al niño, vivir sus fantasmas inconscientes en un juego simbólico en el que el adulto consciente le sirve de compañero. Así, va a poder expresar y elaborar sus conflictos, colmar sus carencias, estructurar su personalidad de manera mejor equilibrada.
Utilizaremos el lenguaje y el material para el juego simbólico. Ayudaremos a construir, con los materiales, las propuestas de las niñas y niños.
Seremos un compañero simbólico de su juego, permitiéndole expresar, sin juicio y sin culpabilidad, sus sentimientos profundos.
Laura Pueyo Pardo – Terapeuta Ocupacional Pediátrica
Fuente bibliográfica: Lapierre, André y Anne. El adulto frente al niño. Ed.Científico Médica