Cuando llega su momento, cuando los niños están preparados, ellos mismos ponen en práctica sus aprendizajes, llega la discriminación, observan la semejanza, ubican especialmente, ponen en marcha sus hipótesis, miran, comprueban, cambian…
No necesitan que les expliquemos «como se debe» clasificar, precisan tiempo, mirada, juego… desear HACER porque realmente tenga sentido y motivación para él/ella lo que están haciendo.
Son ellos los que dominan los tiempos, las formas, los como, las motivaciones. Por eso a veces nos sorprenden con su capacidad de aprender de forma mucho más rápida de lo que esperábamos, para otras veces entrar en una espacie casi de freno.
Laura Pueyo Pardo