¿ Por qué hablamos de emoción al hacer referencia a la Psicomotricidad?

Todavía algunas personas pueden creer que la Psicomotricidad guarda relación única y directamente con la práctica de habilidades físicas.

Pero ¿ por entonces no se llamaría motricidad?

No sería preciso dejar a la persona conectar con la emoción desde su movimiento y poner en marcha el intelecto, bastaría con plantear ejercicios que aportaran entrenamiento físico o movimientos libres pero sin importar como se planifican ni con que sentimientos se llevan acabo.

La Psicomotricidad vivenciada y relacional, facilita en cada persona la puesta en marcha de experiencias sensoriomotora que junto a diferentes habilidades cognitivas, y encaminada, hacia la motivación, el impulso o, el freno y bloqueo emocionales, favorecen el sentimiento de unidad en la persona, armonizar el ser, ayudan a los individuos a sentirse integrados, a funcionar y vivir fluyendo y en mayor equilibrio.

La Psicomotricidad por tanto ayuda al desarrollo GLOBAL de la persona a partir de «la puesta en escena», requiere pasar a la acción, estar en marcha, pero además, estar dispuesto a escuchar y validar las emociones, los aprendizajes y dificultades que surjan, y, estar disponibles al cambio, permitirnos evolucionar, responsabilizarnos y actuar.

El psicomotricista acompaña, observa, escucha, acepta, facilita, auto.observa, sostiene y motiva.

El protagonista es el sujeto, el niño, si se siente en confianza, encuentra espacio y tiempo, percibe seguridad y recibe reconocimiento, normalmente se atreve, nosotros adultos, a veces nos quedamos en la motricidad, esperando a que nos digan qué hacer, cómo, parados en la queja, a la espera, en la repetición, en la preocupación…algo así como viene siendo la motricidad.

Más que nunca, niños, jóvenes, adultos y mayores, necesitamos movimiento, motivación intrínseca, emoción y acción, relación e interacción, aceptación y autonomía, opinar, construir y crear.

Todos necesitamos Psicomotricidad, necesitamos escuchar y redescubrir nuestros deseos, necesitamos identidad.

Laura Pueyo Pardo
Terapeuta ocupacional pediátrica, psicomotricista y educadora infantil.