¡Qué no pare la Psicomotricidad!
La Psicomotricidad no es sólo una práctica y queda lejos de técnicas específicas, la Psicomotricidad es una manera de acompañar al ser humano con respeto, una forma de observar, escuchar y atender al ser humano en su globalidad integrando su intelecto, cuerpo y emoción, una vía de comunicación, expresión y relación, un camino hacia la construcción de la identidad y la autonomía del individuo.
La Psicomotricidad es una metodología vivencial que permite al ser humano evolucionar siendo el protagonista activo de su desarrollo.
La Psicomotricidad es una filosofía de vida.
En tiempos de dificultad social, en los cuales parece que nos distanciamos y nos animan a pensar que la salud y la seguridad individual, familiar y social, vendrán a partir del silencio, de la extinción del tacto y el contacto, del acatamiento de normas sin invitar a la reflexión y la opinión propias…, en estos momentos más que nunca, ayudémonos del regalo de la Psicomotricidad y los profesionales de la Psicomotricidad.
Especialmente la infancia, puede beneficiarse de la Psicomotricidad, no única y exclusivamente en un espacio destinado a Psicomotricidad, podemos ir creando nuestro espacio de juego, relación y desarrollo, en casa, en el parque, en la naturaleza…
Laura Pueyo Pardo